Una conductora asturiana que no puede soplar, sorber, ni silbar debido a una radiodermitis que le produjo la radiación de un angioma en la cara, ha sido juzgada en Oviedo acusada de sendos delitos de desobediencia y alcoholemia. Los tres agentes policiales que han testificado han admitido que la conductora tiene “un problema físico en el labio superior que es evidente” y que ella desde un principio les manifestó que no podía soplar “ni un globo” y han reconocido que le confirmaron que el coste del análisis de sangre correría de su cuenta.
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