En España hay 1,5 millones de unidades residenciales inacabadas, sin vender. En algunos casos la promotora no llegó ni a acometer la obra y el solar está vacío. Otras, las más, se inició la estructura y la cubierta pero se quedó ahí, en esqueleto. Otras promociones pudieron avanzar algo más y llegaron hasta la fachada, ventanas y balcones. Lo normal es que caduque la licencia de obra y que se pidan prórrogas. Esto, en Madrid, ha ocurrido en el 35% de las nuevas promociones de los últimos tres años.
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