El presentismo es miope. La arrogancia del presente, a menudo, desprecia el pasado y olvida que es ahí donde reside su identidad genética. Es más, muchas veces, el presente hace suyas ideas, filosofías y hasta remedios de belleza que pertenecen a otros tiempos. El pasado, definitivamente, encierra mucho más presente de lo que pensamos. Monten en la nave y vuelvan en este post, por unos minutos, a los años 30 y 40 del siglo pasado. Es un viaje totalmente arbitrario que tiene como destino una serie de páginas de la revista española Lecturas y de
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