Yo, que soy joven
entrado en años, siempre he tenido la sensación de que el entrañable elefante naranja de Menéame me recordaba a algo, y precisamente no guardaba muy buen recuerdo de ello. He dado con este post que me ha encendido la bombilla y que describe perfectamente la
tortura que suponía usar el
otro producto del elefante naranja. Aquí una foto más detallada:
www.teacuerdas.com/nostalgia-cartel170.htm Si alguna vez lo has usado entenderás perfectamente la descripción que se hace en el post sobre su
uso.