El cti de la Secretaría de Deportes no quería que nadie le arruinara un partido de fútbol y recurrió a métodos poco ortodoxos. El pasado sábado, el coordinador telefoneó al concejal de Deportes de Rubí para reclamarle la suspensión del partido que debía enfrentar esa tarde al Rubí con el Castelldefels. Una hora después, cuando el concejal informó de que el partido se iba a jugar, recibió por respuesta un SMS en el que le reprochaba que no colaborase con "sus proyectos" y le insinuaba que debería atenerse a las consecuencias.
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