Uno de los grandes del cómic de ciencia ficción, cuyas historias aparecieron publicadas en España en Zona 84, 1984 y la edición local de Metal Hurlant, siempre tuvo muy presente el sexo. En entornos futuristas, situaciones post-apocalípticas, siempre planteaba problemas de naturaleza distópica, pero sexual. Así, sus personajes tenían relaciones con Inteligencias Artificiales, alienígenas o defendían el matrimonio cristiano por toda la galaxia sin excluir la hipocresía que conlleva.
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