La aparición de un alimoche presuntamente envenenado en el entorno de Picos de Europa evidencia la existencia de una práctica en Asturias que tiene graves consecuencias sobre las especies de fauna silvestre. La utilización de cebos envenenados a pesar de ser una práctica ilegal y no efectiva, se sigue dando para eliminar depredadores, así como para el control de plagas agrícolas. La colocación de cebos envenenados es una práctica arraigada en el norte y vinculada a ciertos sectores ganaderos, es completamente ineficaz para los objetivos
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