Mucha cremita como la que Feijóo tenía en la espalda junto al narco gallego hará falta para vender a este personaje como algo más que un radical que habla despacio. No fue un error sacarse una foto en Times Square, si esa foto no hubiera existido habrían utilizado cualquier otra cosa excusa para criticar que un equipo del ministerio de igualdad fuera a EEUU a trazar estrategias de colaboración con el feminismo en EEUU en un momento de reacción patriarcal y ofensiva contra los derechos de los mujeres.
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