Los investigadores compararon los niveles de conflicto experimentado entre el trabajo y la vida privada, así como diverso índices de bienestar. A mayor cantidad de tiempo dedicado a cocinar, lavar los platos, ir de compras, la limpieza y el mantenimiento de la casa, los científicos esperaban ver las crecientes tensiones entre el trabajo y la vida privada, y el menor nivel de bienestar. Pero descubrieron lo contrario: hombres más felices y menos estresados. (FRA)
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