La obligación de cualquier Estado tras el pago del rescate por un rehén es la misma que la de un adúltero al confesar su infidelidad: negar la evidencia. Pero las contradicciones en que incurre el ejercicio de la alta política, rayanas a veces en la desmemoria o la hipocresía, juegan a veces malas pasadas. Las acusaciones con que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se despachó tras la...
|
etiquetas: secuestro , rescate , politica