A primera vista es la imagen de una mujer desnuda. Inteco suaviza los términos y lo califica de «ligera de ropa». El castellano se entiende bastante bien. El asunto es que bajo la apariencia supuestamente atractiva del salvapantallas, se esconde en realidad un troyano «que abre una puerta trasera en el sistema a través de la cual un atacante malicioso podría tomar el control de nuestro equipo o robar información sensible como contraseñas, pins o números de tarjetas de crédito para enviarla al atacante remoto».
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