Cinco hermanas estadounidenses fueron víctimas de abusos sexuales por parte del mismo sacerdote católico cuando una de ellas tenía solo 18 meses. Las hermanas Fortney han explicado que el padre Augustine Giella era un amigo de la familia tan confiable que era "como una figura de abuelo". Sin embargo, había una parte del sacerdote que pasó desapercibida para sus padres hasta que fue arrestado en 1992 por tener fotos de una de las chicas desnuda. Los abusos incluso ocurrieron en la mesa de la cocina frente a sus padres.
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