Numerosos familiares de quienes no pueden esperar en casa del 9 al 12 de agosto se han reunido cerca del centro de detención temporal de la calle Akrestsin. En la entrada son vigilados por la policía antidisturbios, desde el techo a través de binoculares las fuerzas de seguridad de negro están observando la situación. “Me dejaron en libertad ayer, pero es posible que mi hijo se haya quedado allí y todavía no sé qué le pasó. Me da miedo pensar si está aquí. Traducción en
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