El cardenal Rouco Varela, habló el martes por primera vez sobre el escándalo de los abusos sexuales a menores en la Iglesia que se ha reproducido en las últimas fechas en varios países. Y lo hizo a su manera. El presidente de la Conferencia Episcopal Española evitó las referencias explícitas a los abusos, renunció a cualquier tipo de condena o autocrítica y olvidó ofrecer consuelo a las víctimas. Se limitó a mostrar su apoyo inquebrantable a Benedicto XVI, a quien dijo sentirse "muy unido en estos días" en que está recibiendo tantas ofensas.
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