El Rey no sólo estaba al corriente de los negocios de Iñaki Urdangarín, como revela la última remesa de correos electrónicos entregada al juez por el exsocio de este, Diego Torres, sino que colaboró activamente en la búsqueda de patrocinadores para sus actividades. Don Juan Carlos consiguió en 2004 que el dueño de la marca de lujo Louis Vuitton, Bernard Arnault, financiase con 87.000. Pero su yerno ni siquiera declaró ese ingreso a Hacienda, según demuestra un documento de la Agencia Tributaria.
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