El que no hace mucho tiempo era un lugar casi abandonado, al que sólo los más intrépidos se acercaban para echar un ojo de cerca a la gran torre de Galata: un lugar oscuro, de no muy buena prensa, infestado de gente de mala vida y que en ese tiempo sólo comenzaba a asomar la cabeza a través de la plaza de Taksim; ese lugar se ha convertido en el centro de la vida nocturna de la metrópolis turca: arte callejero, restaurantes de nuevo corte, bares, cafés de aire alternativo, mucha gente, moda, artesanía, terrazas y música a cada esquina.
|
etiquetas: turismo , estambul , viajes , ocio , cultura