De todos los disparates que han hecho mella en la lingüística, el más sonado fue el llamado «relativismo lingüístico» —equiparado en su paroxismo con la física relativista de Einstein— de Sapir-Whorf, según el cual todo nuestro pensamiento está estrictamente determinado por nuestra lengua materna. Un angloparlante puede referir a un vecin@ sin expresar su sexo. Esto no quiere decir que los ingleses no entiendan la diferencia que supone pasar la tarde con un vecino o una vecina ni que no puedan expresar esa distinción si les parece oportuno.
|
etiquetas: relativismo , lingüística , colores , ciencia , cultura , idioma , lengua