La esposa le había pedido “mayor libertad” para llevar una vida occidental. El hombre no lo aceptó y, tras discutir con ella en el centro donde se encontraban, arrojó a sus hijos por la ventana. El niño, de cinco años, y su hermana, de siete, sufrieron un traumatismo craneoencefálico y heridas de diferente gravedad en piernas y brazos. En el momento de la detención, el refugiado no opuso ninguna resistencia y no tuvo reparos en admitir los hechos. Más info y fotos [ENG]:
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