Ahora bien, este tipo de entramados suele desaparecer en cuanto nota el aliento de las autoridades, cambiando de nombre, de país o de dirección web. Pero no fue el caso: Madeira siguió operando tras la advertencia oficial durante más de un año y medio. Elevó la apuesta y, lejos de amilanarse, el propio Romillo aludió, en un video en redes sociales, a “los hijos de puta de la CNMV”, dentro de su discurso plagado de ataques al Estado, los impuestos y los funcionarios. Coherente, en fondo y forma, con el del propio Alvise Pérez, y que pudo ayudar
|
etiquetas: redes sociales , alvise , financiación