Una investigación realizada por la Universidad de California [EE.UU.] ha descubierto un nexo entre el dolor físico, el que sentimos cuando nos golpeamos o quemamos, con el dolor amoroso o social, el que sentimos cuando rompemos con la pareja o somos rechazados de alguna manera por la sociedad. El gen OPRM1, asociado a los dolores físicos, está asociado también con los otros tipos de dolor y en casos con una mutación de ese gen, que hace a la persona mucho mas sensible al dolor físico, también la hace mas sensible al dolor de un 'corazón partio'
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