La oferta, cruzando la madrileña plaza del Sol avanzada la medianoche, se formuló en estos términos: “¿Una copita y un chochito caliente, muchachos?”. Nuestra indiferencia llevó al comercial a advertirnos que el producto que se nos brindaba era de calidad y no perecedero: “¡Quizás mañana! ¡Son los mejores coños nacionales e internacionales!”. Nada extraordinario. El mercado impone sus reglas en todo el planeta. Y el mercado de la carne de mujer, también la de hombre para el hombre, tiene demanda en todos los segmentos y lugares.
|
etiquetas: putero , putas , mercado de carne