Un día el pasado verano, cuando las protestas contra el gobierno sacudían Estambul, un chico de 14 años llamado Berkin Elvan se dirigía a comprar el pan cuando fue golpeado en la cabeza por un bote de humo. Después de estar meses en coma, Berkin ha muerto esta semana, lo cual ha encendido la ira contra el primer ministro Erdogan sacando a miles de personas a las calles. Los antidisturbios se han apresurado a actuar usando cañones de agua y gas lacrimógeno. Al menos dos personas han muerto y decenas han resultado heridas.
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