Hace justo un año, ya me refería a esta cuestión cuando una de las 46 procesiones que se celebraron en 2017 en la Semana Santa malagueña obligó a desviar las urgencias de un hospital. Este año retomo el asunto, por parecerme una barbaridad que niñ@s de Educación Primaria de un colegio público organicen su propia procesión en horario escolar y salgan del recinto del centro a procesionar por las calles del municipio.
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