Un mamífero en estado de shock, sediento y agradecido por la ayuda viene a ser lo mismo, ya se trate de un bípedo pensante o de un cochinillo de Segovia. Al rostro de alivio del puerco me remito como evidencia. Enternecedor. Y todo para acabar siendo una morcilla que flota en un plato de lentejas. Dan ganas de apuntarse al vegetarianismo. ¡Si no fuera por el jamón ibérico!.(animalismo ilustrado)
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