La "zona muerta" con deficiencia de oxígeno en el Golfo de México podría alcanzar este año una extensión de 22.000 kilómetros cuadrados, según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EEUU. La "zona muerta" es el resultado de la afluencia de las aguas del río Misisipi, donde se vierten fertilizantes y residuos animales. El alto contenido de nutrientes estimulan la proliferación explosiva de algas, que al morir alimentan a las bacterias que en el proceso de descomposición consumen el oxígeno. En español:
goo.gl/rqCvK