Cada vez disponemos de más evidencias de que castigar es menos eficaz que premiar, si lo que pretendemos es que alguien encuentre incentivos para hacer algo que no le apetece (sobre todo cooperar y mirar por el bien común antes que por el propio). Lo de que la letra con sangre entra debería sustituirse por algo así como “la letra con premio entra”, aunque también hay que tener en cuenta en qué cultura estás viviendo.
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