Cuando William Campbel, un portador del virus VIH que produce el sida, se vio a punto de ser detenido por un agente de la policía, éste hizo todo lo posible por huir. Trató de resistir el arresto escupiéndole en la cara al oficial, y luego mordió a otros compañeros de celda. Por el delito de utilizar su saliva infectada, el reo convicto recibió una sentencia de 35 años en prisión.
|
etiquetas: vih , sida , dallas