Resulta cuanto menos curioso, las nefastos resultados que acompañan al repetido órdago de: Voy a dejar de fumar. Al respecto, multitud de estudios y estadísticas no hacen más que poner de manifiesto el escaso éxito en la consecución del objetivo. En cierta medida bien es cierto, que el fracaso a nuestro propósito podría achacarse a razones de tipo personal, tales como: un escaso nivel de voluntad, sacrificio o constancia para mantener la posición (De las que no hay que desdeñar su importante contribución).
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