Marcos Veiras es policía nacional en Barcelona, y desarrolla su trabajo en unidades de extranjería. Llegó allí hace siete años desde Galicia y desde hace tres pide volver a su tierra. La última hace apenas unas semanas. "Aquí ya no se puede vivir". Marcos nos atiende por teléfono desde un bar de Barcelona: "Me he tenido que salir fuera, uno no sabe quién puede estar sentado a tu lado con la oreja puesta", asegura.
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