El Restaurante Francisca, situado en la calle Bailén de Madrid, ha amanecido este martes con un cartel en su persiana en el que se podía leer un mensaje de hartazgo del gerente hacia las pintadas que ha recibido durante estos últimos meses. Y es que, después de que los grafiteros hayan estado las paredes del establecimiento, el responsable de este local se ha visto en la necesidad de pintarlos. Algo que bajo su punto de vista no le ha salido nada barato
|
etiquetas: hostelero , grafitis , limpieza