Los vecinos de Cabezo de Torres andan estos días mirando el monte que corona su pueblo, que luce una cima coronada de blanco, como si de la más pura nieve alpina se tratara. Se trata de una ocurrencia del pintor local Diego López, más conocido como el hijo del Parralero, que de nuevo ha tomado la brocha y sobre las rocas que ya pintara de azul en su Cabezo ha utilizado el blanco dándole un aspecto de cumbres recién nevadas.
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