La confianza en una marca es una cuestión que parece cambiar de la noche a la mañana. Y es que un fallo en la atención al cliente, o un gesto de menos, pueden hacer que muchos conductores decidan abandonar una marca de vehículos en concreto. Algo que le está sucediendo, de forma masiva, a Peugeot, que no parece dar una solución satisfactoria a sus clientes en el caso de las averías de AdBlue, que cuestan a los bolsillos de sus propietarios más de 1.500 euros.
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