Simplificando mucho, podemos decir que la permeabilidad es la posibilidad de atravesar una infraestructura (en nuestro caso líneas férreas o autopistas) con unas buenas condiciones de accesibilidad y comodidad. Aplicando este concepto a ciudades como Madrid encontramos verdaderas barreras en forma de líneas de ferrocarril (las menos) y carreteras, con la M40 como punta de lanza en los atentados a la permeabilidad en nuestra ciudad. Estas carreteras son verdaderos cinturones de hormigón, diseñados para ser atravesados solo por vehículos a motor.
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