En el debate de ayer ganó la izquierda: Sánchez-Iglesias derrotó con claridad a Casado-Rivera. Si imaginar la llegada al poder del tripartito derechista era inquietante antes, lo es más ahora con Rivera y Casado compartiendo corral, y el aguilucho franquista revoloteando entre ellos. En el debate de ayer hubo dos notas destacadas: una negativa, la impertinencia de Rivera. Otra positiva, la actuación de Pablo Iglesias. Fue el triunfador de la noche. Adoptó una actitud de hombre de Estado. A este Pablo Iglesias sí lo veo en Consejo de Ministros.
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