Dicen que “cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo” pero hay otros que les dan por registrar patentes que, meno mal, nadie llegó a tener en cuenta. Las hay para todos los gustos y lo más curioso es que todos estos inventos se llegaron a registrar en la correspondiente oficina de patentes desde la de regar los desiertos, guantes para enamorados hasta un sujetador líquido y un sombrero distribuidor de líquidos...
|
etiquetas: patentes , absurdas , historia