"Hay que buscarse la vida". Así resume el recién estrenado ganadero José Manuel Pérez su cambio de actividad laboral: de trabajar en la construcción a pasarse el día al cuidado de sus animales. Un salto sin alternativas que, aunque inesperado, ha acabado convirtiéndose en una forma de vida que ha aprendido a apreciar y valorar. Asegura que "merecen la pena todos los esfuerzos".En el paro y con una paga de desempleo de 600 euros, José Manuel Pérez no dudó en seguir los pasos de su ahora socio y saltar de la construcción al mundo de la ganadería.
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