Hace un par de semanas me desperté con la imagen vívida de un número. Había estado soñando con una persona que llevaba tatuado en su pecho un número de cinco cifras: el 54193. Más tarde, comenté la historia con algunos de mis amigos porque me intriga recordar detalles tan precisos de mis propios sueños. Y uno de ellos me sugirió que comprara un billete de la Lotería de Navidad, aprovechando el dato...
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