Primero le secuestró su propia madre, que se lo llevó de Barcelona el 8 de mayo pasado, fue declarada en busca y captura, y tres meses después acabó detenida en Portugal, de donde Ana P. T. es natural. Y el sábado pasado, con la Justicia portuguesa paralizada y sin decidir sobre el destino del crío un mes después de ser hallados el menor y la madre, fue esta vez su padre el que le tomó por la fuerza, con la ley española de su lado, y se lo llevó de la casa en Setúbal de la abuela materna, a quien Portugal había entregado la custodia temporal
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