El ex-alcalde coruñés y actual embajador de España en el Vaticano, conocido, entre otras cosas, por castellanizar el nombre de las calles de su ciudad, gastarse miles y miles de euros (empezó en pesetas) del dinero de los contribuyentes en pleitos para oficializar el topónimo "La Coruña" y plantar una enorme bandera de España custodiada permantentemente por dos policías en el paseo marítimo coruñés (
www.blogoteca.com/arandeeira/index.php?cod=2307 ) acusa a "grupos" de socialistas de estar anclados en el pasado respecto a religión.
