Si la semana pasada un
instagramer italiano “mancillaba” las dunas fósiles de el Barranco de los Encantados en Lajares y asistíamos incrédulos a la tala de una emblemática palmera en Lanzarote, hoy nos llegan como unos “desaprensivos” pegaban con cemento un espejo y una pizarra a una duna fósil en una playa majorera. Los vecinos de Fuerteventura comienzan a hartarse de la impunidad con la que se vienen moviendo estos desaprensivos por la isla.