En esto de llevar las riendas de una empresa, no hay mal que por bien no venga. La prueba es lo que sucedió con IBM en los 90, cuando, después de una pifia de increíbles dimensiones, lograron enderezar el rumbo de la compañía [...]. Habían perdido totalmente el norte. La firma que tuvo en sus manos el control casi absoluto de la industria tecnológica era un barco a la deriva. Sus responsables no anduvieron finos con las predicciones, jugaron la carta equivocada y [...] se olvidaron por completo de lo que pensaban sus clientes.
|
etiquetas: ibm , empresa