Cuando se sentó frente al asistente social, le sorprendió que el funcionario estuviera obsesionado con una cosa: «¿Quién era el padre biológico de su hija?». La joven se negó a dar esos datos tan personales y que nada tenían que ver con su solicitud. Sin embargo, el funcionario insistió en tono amenazante: «Si no me da el nombre, no hay asistencia social». También se le pidió que proporcionara, bajo pena de perjurio, la fecha en que creía que se quedó embarazada y por qué creía que esa era la fecha correcta.
|
etiquetas: madre soltera , prestación social , méxico , intimidad