María Calle apenas puede dar un paso sin muletas ni contener sus esfínteres, pero según el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) es apta para trabajar. Hace un año y medio, ese mismo organismo le concedió un subsidio de incapacidad permanente absoluta de 1.635 euros, debido a que tiene acreditados un 65% de discapacidad y un grado 2 de dependencia. Pero tras una revisión que Calle califica de "vejatoria", el INSS certifica que está mucho mejor de sus dolencias y que debe buscar trabajo de inmediato.
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