Soy Guardia Civil. Al contrario de lo que muchos piensan es un buen trabajo. Cobro bastante y últimamente no me suelo enfrentar a muchos peligros. De lo único que me quejo es que tengo que pedir permiso hasta para ir a cagar. Pero no me importa, provengo de familia Guardia Civil y estoy acostumbrado a vivir así. Tengo muchos amigos, tanto dentro como fuera del cuerpo. Muchas veces tengo que multar a los que pillo fumando porros, aunque de vez en cuando me gusta fumarme algún porrito.
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