En 1922, el Instituto Sueco para la Biología de la Raza instauró un programa de esterilización forzada para la preservación de la raza. Ese programa siguió en activo hasta 1975. Ahora el servicio estatal audiovisual SVT ha lanzado una campaña para mapear la etnicidad de los directivos de empresas suecas y asegurar su diversidad racial. De momento la clasificación racial se hace utilizando fotos. Pero como escribe Tove Lifvendahl, periodista sueca de ascendencia asiática, es una pendiente peligrosa que puede terminar en la medición de cráneos.
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