El Valencia ha aceptado la idea, con la lógica condición de que el estadio, con las obras paradas desde 2009, debe estar acabado. En este sentido no hay impedimentos teóricos por parte de la UEFA, que especifica que las obras en los nuevos estadios que sean sede deberán arrancar antes de 2016. El siguiente paso, si se supera la primera criba de la RFEF, vendrá entre abril y mayo del año próximo, con la presentación de los informes de licitación y comienzo de la fase de evaluación de todos los candidatos.
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