La reforma de la ley contra el tabaco, que prohibirá a los españoles fumar en todos los restaurantes y locales de ocio, y que entrará en vigor a lo largo de 2010, va a acabar también con una tradición muy española, la de fumarse un puro o un cigarrillo en la sobremesa de las bodas y banquetes que se celebren en sitios cerrados. Así lo ha indicado un portavoz del Ministerio de Sanidad. Relacionada:
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