No son buenos tiempos para noctámbulos, ni para crápulas. La distancia social y las restricciones derivadas de la pandemia han dejado tocada la vida nocturna de las ciudades. Mientras la noche sigue instalada en las terrazas, lejos de salas cerradas, lejos de los contactos físicos, de bailar y agarrarse, la exposición de PhotoEspaña, White Nights, nos lleva al pasado -a mediados de los 70- a dos espacios donde el exceso era la normalidad.
|
etiquetas: fotografía , cultura , sociedad