De la misma manera que yo no puedo llamar precioso, idiota o cabronazo alegre y fácilmente a Miguel Ángel Rodríguez o a cualquier otra persona con la que no mantenga algún tipo de relación cercana en un contexto cultural compartido, sin atenerme a consecuencias legales o sociales, éste no puede denominar así a la periodista y después intentar colar que sus alusiones se habían dado en el marco de una relación “de confianza”.
|
etiquetas: cabronazo , miguel ángel rodríguez , confianza