Buenas, soy Emilio Calatayud. Cada día estoy más convencido de la necesidad de que los padres digan ‘no’ a los hijos. Por supuesto no tiene que ser un ‘no’, valga la redundancia, caprichoso o arbitrario. El ‘no’ tiene que estar justificado: “No te compro esas zapatillas porque son muy caras”. “Si has perdido el móvil, ahorra para comprarte otro. Yo no te voy a comprar otro”. Padres y madres, decírselo con mucho amor a vuestros hijos, pero decírselo: No. Más pronto que tarde os darán las gracias.
|
etiquetas: no , seres humanos